Jose Carlos del Arco Prieto

Hace un mes colaboré en la edición de un artículo sobre Comunicación Corporativa en la Universidad Rey Juan Carlos y las implicaciones del movimiento Universidad 2.0 . Elvira San Millán y Francisco Blanco Jiménez (ambos de la URJC) participamos conjuntamente en la preparación de dicha contribución . Mi agradecimiento a ellos por la confianza depositada y espero que el artículo contribuya en algo a la sociedad, pues por dicho motivo decidí no rechazar tan cortés invitación. Algunos amigos del mundo Universidad 2.0 me han propuesto amablemente preparar contribuciones, pero decidí declinar la invitación pues mi visión es generalista y no puedo concretar demasiado en ámbitos que no domino, como por ejemplo la docencia. Mi agradecimiento a todos ellos. El alcance global de este trabajo me convenció para participar en su redacción. Espero vuestros comentarios, críticas y sugerencias.

Acabo de leer que ha sido derribado el antiguo Colegio XII de Octubre de Huelva para crear un nuevo centro que cuente con los medios, recursos y servicios necesarios. Ocurre que el curso escolar está al caer y los padres denuncian públicamente que el centro no reúne las condiciones necesarias. Espero que se llegue a una pronta solución ante este grave problema. Fuí alumno de este centro en el período 1977-1985, cuantos recuerdos ligados a la imagen del antiguo centro (las clases, el futbol, las travesuras...), el cual presentaba un lamentable estado. Recuerdo que ya en Septiembre del 1979 tuvimos que cambiar de centro (El Pilar) ante una serie de desperfectos en la estructura del edificio, para volver en el curso 80-81. Quisiera desde aquí rendir homenaje a los profesores que compartieron mi vida durante ocho años en el XII de Octubre, grandes docentes en su mayoría y que espero que lean estas líneas: Paula, Charo, Jose Lozano, Carmen, Encarnita, Jose Manuel Pidre, Rafael, Diego, Anto

En cuanto el reciente debate que se está produciendo por la iniciativa del Juez Garzón de recabar un censo de desaparecidos, quiero manifestar mi apoyo a la misma pues considero un derecho fundamental que los restos de los asesinados (con independencia de su ideología) en la guerra civil y posguerra tengan derecho a recibir digna sepultura. La Ley de la Memoria Histórica tiene muchos detractores, algunos por lo blanda que les resulta y otros porque ya no tiene sentido levantar viejas heridas (a estos les diría si tienen familiares enterrados en fosas comunes). No alcanzo a comprender las actitudes de algunas personas que en un alarde de intolerancia ignoran el deseo de restaurar la memoria de los masacrados. Qué fácil es machacar el dolor ajeno sentado en el sofá y pensando que la Guerra Civil está llena de mártires de un único bando...

De Obama no puedo decir demasiado, parece que tiene buen discurso y un mensaje moderado. Desde luego que hasta que no gobierne no se podrá medir la efectividad de su política... sin embargo cuando escucho a McCain o a Sarah Palin me echo a temblar. La señora de las gafas fashion tiene gana de guerra con tal de poner a cada uno en el sitio que ella considera oportuno, vamos, todo sea por la patria y a repartir guantazos a rusos, iraníes, etc. Y digo yo... ¿pero esta gente de donde sale? ¿cómo han llegado al poder?. Antecedentes: Bush. Cada día entiendo menos al mundo, o seré yo el inadaptado.

Me fascina Marc Bolan, lamentablemente la mayor parte de mis ídolos musicales han muerto, los 70's fueron así de crueles...qué decir de T-Rex o David Bowie, puntas de lanza del Glam Rock.

El Mundo se despacha agusto contra Garzon en un Editorial injusto, de mal gusto, sesgado, que pone en duda la ética de nuestro sistema judicial, y que todavía no alcanzo a comprender. Siempre digo lo mismo, algunos políticos y medios de comunicación nos toman por imbéciles. ¿Por qué ese odio a una persona que lucha por los derechos humanos y la tolerancia?. ¿Quizás el pasado izquierdoso?. Ahí va una muestra de mentiras y manipulación barata, puro periodismo basura: "A Garzón todo eso le da lo mismo, ya que lo que busca no es hacer justicia sino instrumentalizarla para sus fines personales. La realidad es que, entre sus viajes a Latinoamérica para denunciar los crímenes de las dictaduras, sus conferencias, sus libros y la realización de documentales, apenas le quedan ya horas para realizar su trabajo. Seguramente por eso ha sido incapaz de investigar quién dio el chivatazo a los recaudadores de ETA, no tuvo tiempo de transcribir la cintas de los islamistas que tal vez hubieran evi