Politica 2.0: La Clave es participar
Después de la tormenta viene la calma, y así se ha cumplido
en las pasadas elecciones en el momento que la mayoría de los candidatos han
abandonado sus perfiles en los medios sociales. Este fenómeno revela que la
presencia digital es entendida en términos oportunistas de cara a intentar
obtener la confianza del electorado, logrando el efecto contrario: los
ciudadanos perciben un intento de instrumentalización por parte del político,
circunstancia que incrementa la sensación de desconfianza.
Sin Estrategia
tendremos caos
Las modas tienen peligro, sobre todo, si la presencia en los
medios sociales es planteada como algo coyuntural. Esta forma de entender la
red es común en la mayoría de los candidatos, aspecto que se refleja en el
momento de plantear como afrontar una campaña 2.0 en Internet.
No tiene sentido estar por estar en las redes sociales ni
utilizar éstas como un mero instrumento propagandístico. Sin una estrategia
definida lo único que se conseguirá es una presencia descoordinada y sin
sentido. La identidad de un político en la red debe sustentarse en unos
objetivos claros que doten de coherencia y consistencia a las acciones que se
lleven a cabo en los medios sociales.
Así mismo hay que determinar cual es el público objetivo, a
que segmentos hay que dirigir el mensaje, en que canales participa la audiencia,
y el formato adecuado en cada espacio.
Presencia Digital del
Candidato
Antes de plantear un Plan de Comunicación 2.0 es necesario
conocer en que estado se encuentra el mapa digital actual, detectando en que
canales se está participando, audiencia a la que se dirigen, niveles de
interacción, formatos utilizados, estilos, etc. La identificación de carencias
internas permite la detección de oportunidades de mejora para consolidar una
visión mucho más robusta de la presencia en red del candidato.
Es inadecuado plantear la apertura de perfiles en los medios
sociales sin seguir unas reglas o pautas determinadas, y es que la Identidad digital requiere
de una gestión adecuada y de la aplicación de unos criterios básicos a la hora
de definir la apertura de canales de interacción, entre ellos determinar en que
espacios participa nuestra audiencia objetivo (cada uno con sus reglas y
lógicas), cual es la disponibilidad del candidato para participar activamente,
recursos existentes, etc.
Inconsistencia:
Ausencia de Cultura 2.0
Las
organizaciones políticas y los representantes públicos suelen practicar la
política tradicional amplificada en los medios sociales, derivando en mensaje
vacíos que no aportan valor ni propician la participación del electorado.
La
presencia de los candidatos en los medios sociales viene caracterizada por la
incoherencia entre las palabras y las acciones. Es un síntoma claro de falta de
adhesión a los valores que sustentan la Cultura 2.0: participación, confianza,
conversación, igualdad de oportunidades, apertura y transparencia. Por eso los
perfiles se dejan de actualizar después de las elecciones, no existe un
compromiso real de la clase política para conversar con la ciudadanía con
objeto de conocer sus inquietudes y demandas. La mayoría de los candidatos no
conversan ni aglutinan participación en torno a sus espacios digitales.
Las organizaciones políticas
siguen asentadas en la jerarquía y la comunicación vertical, elementos
incompatibles con la apertura y horizontalidad presentes en las redes sociales.
Resulta paradójico que los partidos fomenten un discurso dospuntocerista y
sigan apostando por estructuras decimonónicas de siempre, en su forma de
organizarse y comunicarse, e intentando aplicar las mismas lógicas en los
medios sociales, queriendo monopolizar y controlar la comunicación, aspecto
imposible gracias a la democratización de ideas y opiniones que ofrecen las
herramientas sociales.
Organizaciones 1.0 y Sociedad Red
El fenómeno del #15m ha
sacado a relucir cierto malestar en parte de la sociedad que en sus
reivindicaciones reclaman una mayor apertura y transparencia en los
gobernantes. Probablemente los partidos políticos planteen cambios
estructurales importantes apostando por un modelo en red basado en los valores
que sustentan la Cultura
2.0 y el paradigma de la Sociedad Red ,
en una clara convergencia hacia organizaciones abiertas, planas,
participativas, transparentes, y mas democráticas.
Sin actitudes 2.0 no se
alcanzará la visión de una verdadera Política 2.0 basada en un diálogo
auténtico, permanente y fluido.
Humanización de la Política
La política formal se
caracteriza por su lejanía, seriedad, frialdad, y falta de espontaneidad. Es
necesario cambiar esta percepción practicando una política de proximidad en la
red (y presencialmente) que atienda directamente a los problemas, inquietudes e
intereses de la comunidad.
La comunicación en los
medios sociales debe generar vínculos emocionales con la audiencia, para ello
el candidato debe promover una imagen mas cercana, fresca y espontánea,
generando un dialogo mucho mas personalizado y que dote de autenticidad a la
relación con el ciudadano.
En línea con lo anterior se
debe disponer de un plan de contenidos alejado de lo meramente institucional y
propagandístico, que aborde temáticas sobre asuntos mundanos y de interés
local, desde aficiones del candidato, anécdotas vividas, reflexiones
personales, planteando encuestas, etc. En definitiva todas estas acciones van
encaminadas a transmitir la cara mas humana del candidato en un marco de
honestidad y transparencia absoluta.
Participación Ciudadana
El #15m ha planteado la
incorporación de formas mas participativas en el sistema representativo, fruto
del hartazgo y la desazón por parte de la ciudadanía, la cual no se siente
representada ni interesada por la política.
Un escenario idéntico se
presenta en los perfiles de los candidatos en la red, la presencia de los candidatos
debería fundamentarse en lograr una mayor participación ciudadana y en el
desarrollo de la escucha activa. Es vital aportar contenidos que favorezcan la
conversación y el intercambio de opiniones entre el candidato y la ciudadanía
para que se aporten propuestas e ideas de cara al programa electoral, el
proyecto político o la gestión pública.
Los ciudadanos demandan una
mayor atención, desean que se le escuchen y perciban que su opinión es tenida
en cuenta. Si no se crean las condiciones necesarias para activar la
participación del ciudadano difícilmente se les podrá involucrar y convertirles
en defensores del proyecto político para movilizar a su círculo mas cercano.
Escucha Activa
Hay que escuchar, atender y
contestar rápidamente a las demandas ciudadanas, para ello hay que disponer de
canales, mecanismos y protocolos internos de escucha activa con objeto de
canalizar las peticiones a los destinatarios adecuados, y proporcionar una
respuesta efectiva en tiempo y forma.
Boca a Oreja
Si el ciudadano se siente
escuchado, o si los contenidos le interesan, probablemente regrese al mismo
espacio digital, consultando los contenidos o participando activamente en los
debates, y recomendado dicho perfil en su círculo mas cercano gracias a la
credibilidad que se le otorga en su valoración. Sin duda el boca oreja es un
elemento esencial que hay que favorecer para difundir los espacios del
candidato y aprovechando el efecto multiplicador de la red.
Compromiso
La presencia digital no
tiene fecha de caducidad, por eso es vital que los perfiles sigan activos
después de las elecciones para transmitir una imagen de coherencia y compromiso
con la ciudadanía para mantener los mismos niveles de interacción y relación
durante la contienda electoral. Si se dan estas circunstancias la sociedad
comenzará a confiar un poco más en los políticos que se animan a participar en
red y a exponerse públicamente ante la crítica.
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